Todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos pasado por circunstancias llenas de dificultades e incertidumbre. Estos tropiezos a veces nos perturban tanto que, incluso, dejamos a un lado nuestras actividades cotidianas y, en ocasiones, hasta dejamos de vivir tranquilos, felices, con total plenitud. Cuando esto sucede, y se repite en el tiempo, es fundamental preguntarte si ya es hora de tomar la decisión de buscar ayuda emocional que, sin duda alguna, te brindará las herramientas que necesitas para salir adelante.

Algunas preguntas que te podrías hacer para visualizar esas señales a las que deberías poner atención:

• ¿Siento que mi estado de ánimo ha decaído, y no tengo motivación?
• ¿Siento que mi cuerpo está tratando de decirme algo? ¿Sufro de jaquecas, fatiga sexual, contracturas, dolor de estómago u otros dolores físicos que no tienen razón médica?
• ¿Tengo pensamientos negativos de manera recurrente?
• ¿No puedo dejar de pensar en el pasado?
• ¿Siento desconexión con actividades que solía disfrutar?
• ¿Experimento cambios de humor repentinos?
• ¿El estrés está afectando mi día a día?
• ¿Mi círculo cercano ha manifestado preocupación por mí? 
• ¿Tengo problemas para conciliar el sueño o mantenerlo?
• ¿Siento mucha incertidumbre de manera recurrente al plantearme mi futuro?
• ¿Tengo problemas en mi relación de pareja?
• ¿Estoy usando alguna sustancia adictiva para lidiar con mis problemas?

Si sientes cualquiera de ellas u otras que interfieran en tu día a día y no sepas cómo gestionarlas adecuadamente, es el momento de buscar ayuda.